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Federal en la Provincia. Este desvarío institucional encontró eco en, por los menos,dos funcionarios que lo expresaron abiertamente: uno fue precisamente el JuezFederal Abel Cornejo que aduciendo lo sucedido con el caso de los narcopolicíassolicitó que retiraran de su juzgado la custodia de la Policía Federal y la cambiaranpor la de Gendarmería: “(...)
es porque como Juez y por los empleados que trabajanen el lugar, necesitan trabajar con máxima seguridad
”, y agrega a continuación,“
Como voy a confiar en la Policía Federal, si se hace un transporte de ll9 kilos decocaína y no se avisó absolutamente nada a nadie, por eso tengo una desconfianzaabsoluta
”.En realidad el argumento del magistrado era pueril, es como afirmar quelos miembros de la Gendarmería nunca hubieran cometido un ilícito, cuando todomundo sabe que justamente el contrabando es uno de los delitos que, cíclicamente,se detecta en esa fuerza. La otra persona, que coincidía con los deseos delgobernador, era la senadora Sonia Escudero, presidenta de la Comisión deSeguridad y Narcotráfico del Senado de la Nación.
Transa
Eran las 10:30 hs. de una mañana soleada y agradable de aquel 3 de abril de2002, y estábamos con mi compañero de trabajo, “Chacho” Azurmendi completandolos detalles y la organización de las notas que luego daríamos a conocer en nuestroprograma radial que en aquel entonces se titulaba “Usted opina”. En ese momentoun periodista de la emisora nos avisa que un abogado, Agustín Tuysuz, queríahablar con nosotros. Si bien yo no conocía al letrado sabía de él y mucho más en losúltimos tiempos porque un periodista del Diario
El Tribuno
, Antonio “El Tano” Oieni,había comenzado una investigación muy profunda sobre la usura y los estragos queella estaba causando en una población pauperizada y desinformada como lasalteña, y acusaba a los Tuysuz (padre e hijo) de ser los responsables de unaorganización que había dejado en la calle a mucha gente.El abogado ingresó a la oficina con el rostro crispado y preguntó conprepotencia: “¿
cuánto hay que pagar para estar en el programa
?”. Le contesté:“nada”, que no cobrábamos las notas pero que si bien podía expresarse, nosotrospodíamos preguntarle lo que nos pareciera y que además nuestro programa teníados líneas telefónicas abiertas para los oyentes que opinaban con absoluta libertad.Con Chacho pensábamos que el sujeto había ido con la intención de negar los datosque proporcionaba Oieni o a buscar algún descargo de algo que en verdad eraconocido por todo Salta.El programa comenzó, con la compañía de nuestro columnista el ingenieroJosé María Cavallieri, especialista en temas de corrupción referidos a la obrapública. Abierta la tranquera para que Tuysuz pudiera expresarse, en medio de suira, éste sorprendió a todos al asegurar que el desaparecido político y empresarioRoberto Romero fue un narcotraficante, y señaló que el motivo de la campañamontada contra él y su padre era el resentimiento porque:
(...) mi padre en la década del 60 fue oficial auditor de gendarmería en Salta.En esa época hubo muchos problemas en la política e incluso se removió ungobernador por el tema de la cocaína, del tráfico de drogas. De eso mi padrefue testigo. Ha estado en las investigaciones y conoce absolutamente todo.Y el padre de Romero estaba involucrado. Mal o bien que les pese o les
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guste a los Romero, ésa es la verdad. Mi padre conoce el tema delnarcotráfico en Salta en la década del 60.
A estas alturas Tuysuz era una catarata de palabras difícil de parar, ycontinuó, esta vez, dirigiéndose al director del diario
El Tribuno
y al gobernador: “
Avos te digo, Roberto, y a tu hermano, tu padre estuvo metido en el tráfico de drogas,sé que corro peligro y que puedo recibir un atentado porque esta gente es mafiosa y muy mala
”, y aseguró que se sentía indefenso pero siguió abundando, “
Mi padreconocía como llevaban y traían en una camioneta rural la droga y El Tribuno
”, yvolvió a dirigirse al gobernador Juan Carlos Romero con estas palabras:
Gobernador Romero, su padre estuvo vinculado con el narcotráfico. Mi padreera oficial auditor de gendarmería y sabe que ustedes pasaban cocaína. Lesguste o no. ¡La mancha que llevan ustedes!, y vos no podés ser Presidentede la Nación. Te lo digo: vos no podés ser presidente porque vos tambiénsabés lo de la droga, esto era vox pópuli, pero yo creía que no había queventilarlo para no hacer daño a la descendencia. No quería hacer yo unescándalo, pero ellos se han atrevido a lanzar esta campaña. Hay unadiferencia: esto que digo es verdad. Que yo soy usurero lo van a tener queprobar. Yo puedo probar que Romero estuvo involucrado en acusaciones ytraslado de drogas.
En ese momento los teléfonos de FM Noticias ardían, algunos confirmabanhaber sufrido en carne propia los rigores de la usura ejecutada por los Tuysuz, entanto que muchos decían creer lo que relataba el abogado pero que eso no restabaa su condición de usurero.El largo monólogo del prestamista fue tomado incluso por otros medios eincluído por mí en uno de los trabajos compilados en MP3 y que titulamos “8 años decorrupción en el feudo de Romero parte 2”.Pero ahora veremos cómo se manejan los hermanos Romero en su afán dedesmentir lo indesmentible. Dos meses después, el 2 de junio del mismo año,ignoramos si por presión o amenazas, Agustín Tuysuz publicaba su retractación enel diario del gobernador:
En un programa radial de FM Noticias (88.1), conducido por Sergio Poma yretransmitido sin mi autorización, vertí apreciaciones calumniosas respectodel Gobernador de la Provincia, Dr. Juan Carlos Romero, y su difunto padre.Me retracto de lo dicho y hago constar que las imputaciones por míefectuadas son enteramente falsas. Las formulé en un estado de exaltaciónemocional; y mi estado de ánimo fue aprovechado por el conductor delprograma, Sergio Poma, quién, en alguna medida, me indujo a extendermeen las expresiones injuriosas de las que ahora me retracto. Considero quetales dichos no pueden haber rozado la hombría de bien y rectitud del Dr.Juan Carlos Romero ni de ningún miembro de su familia, de la cual tengo unalto concepto.
Sugestivamente el diario
El Tribuno
nunca más volvió a relacionar a losTuysuz con la usura. Sin embargo el prestamista había olvidado que, dos díasdespués de su larga perorata en mi programa, había solicitado una reunión con laComisión Directiva del Colegio de Abogados, que presidía en aquel entonces el Dr.Daniel Tort. Fue acompañado por su padre y otro individuo, dio una clase magistral
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de Romerismo y narcotráfico, e ilustró su exposición con planos y escritos. Yo ya noestaba allí “para aprovecharme de su estado de ánimo”.Simplemente, Tuysuz, había llegado a un oscuro acuerdo con los Romero.
Indicios concordantes
“Don Roberto” había sido elegido Gobernador en l983 y hacia l986 habíalogrado consolidar su poder económico y político: controlaba el único diario de laprovincia, el único canal de televisión que operaba entonces y de algún modotambién la única radio. Yo estaba particularmente interesado en investigar el temadel narcotráfico, advertía que el flagelo crecía sin cesar, sin embargo había tenidoque realizar un muestreo con la cámara del Canal II para el programa “Café conCanela” y casi el 100% de la gente consultada opinaba que el tráfico de drogas eracasi nulo y los adictos también. Veinte años después, esa percepción habíacambiado radicalmente.En aquellos primeros años del Gobierno un informante me había pasado eldato de la detención en la frontera de una secretaria del Gobernador o de una mujer que trabajaba con él, y que transportaba 1 kg. de cocaína. Traté de constatar laespecie en la Delegación Salta de la Policía Federal, cuyos jefe y subjefe eran elcomisario Eduardo Caamiña y el sub-comisario Benito Liaci, quienes confirmaron elprocedimiento pero se negaron a darme el nombre de la persona involucrada. Salíinmediatamente para Canal 11 y al llegar me esperaba el gerente del medio, quienme sugirió que no diera a conocer la información. Un desgaste inútil porque yo nohabía podido confirmar completamente el trascendido; pero sirve para mostrar cómoen estos feudos difícilmente dejan cabos sueltos. Claro que ahora no ocurre lomismo, porque con la multiplicidad de medios de comunicación y, sobre todo, desdela aparición de Internet, el panorama se ha visto modificado para Juan CarlosRomero.Como dato extra y también para graficar lo difícil que puede ser la vida enSalta diré que el destino de aquellos Jefes Federales fue tremendo. A un hijo de l7años de Caamiña lo asesinaron de dos tiros y lo dejaron tirado en una laguna delbarrio 20 de Junio. Sus padres después de la tragedia empezaron a trabajar en larecuperación de chicos con adicciones. Liaci todavía pasa sus días en la cárcel deVilla Las Rosas por haber asesinado a su amante, Patricia Caprini. La “clausura” dioinesperados frutos: se convirtió en pastor anglicano. Son muchas las informaciones que involucran a gente relacionada con elpoder que fueron detenidas y rápidamente dejadas en libertad, sin dejar rastros niprontuarios. Los más resonantes quizás señalaban a una conocida locutora-periodista porteña y a un individuo que desempeñó, casi desde el comienzo de laadministración de Júcaro, funciones de relevancia.
Festejando con todo
Claro, los tentáculos del pulpo a veces no eran suficientes para detener tantodesmadre.El 2 de diciembre de 1997, a las 8:00 hs de la mañana, efectivos deGendarmería sección Ledesma interceptaron en la ruta nacional Nº 34 a la altura de
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