AMIA + DAIA + BERAJA = ATENTADO AMIA
¿Y EL TERRORISMO ISRAELI?
El Dr. Ismail Zayid nació y creció en Beit Nuba, Palestina. Es autor de dos libros: “Palestine: A Stolen Heritage” y “Zionism: The Myth and the Reality”.
La horrenda masacre de miles de víctimas inocentes perpetrada el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, atrajo gran atención sobre el problema del terrorismo, Osama bin Laden y al-Qaida.
Los medios y los políticos no han dejado de hacer determinadas insinuaciones desde entonces sobre los árabes y los musulmanes, en referencia a Oriente Medio y al conflicto palestino. Pero en ningún sitio hay mención alguna del terrorismo israelí en relación con este conflicto.
El terrorismo se puede definir de muchas formas. Una definición interesante fue la que propuso el destacado intelectual Noam Chomsky, quien escribió: “Hay una característica clave en el nuevo lenguaje contemporáneo acerca del ‘terrorismo’: siempre se alude a los actos violentos de Ellos, nunca a los Nuestros”.
Sin embargo, se elabora otro tipo de definición cuando los hombres, mujeres y niños asesinados son palestinos y los pistoleros o pilotos que les matan son israelíes. Se nos dice que esa forma de terrorismo no es tal terrorismo, que no es más que un mero acto de represalia, autodefensa o de lo que definen como “terrorismo civilizado”.
El difunto profesor Israel Shahak, superviviente del Holocausto, que después fue presidente de la Liga Israelí por los Derechos Humanos y Civiles, escribió: “No hay nada nuevo en el hecho de que Israel es un estado terrorista que, casi desde sus inicios, ha utilizado a su servicio de inteligencia (el Mossad) para asesinar a gente en suelo extranjero mediante cualquier acto de violencia o terrorismo que ha considerado necesario para alcanzar sus fines”.
Las acciones del estado de Israel desde su creación, y las de las bandas terroristas (el Stern, Irgun Zwei Leumi y la Haganah) que las llevaron a cabo, atestiguan el largo historial de Israel en el
terrorismo, no sólo en Oriente Medio sino también en el escenario internacional. Ese historial es inmenso y llevaría volúmenes relatarlo todo, pero me referiré sólo a unos cuantos ejemplos:
El asesinato de dirigentes e intelectuales palestinos en Europa y en Oriente Medio ha continuado sin tregua durante años. Ahí se incluiría el asunto Lillehammer, que se produjo en Noruega en 1972, donde un inocente camarero marroquí fue asesinado por error en lugar del palestino seleccionado como objetivo; en 1985, en Bruselas, el asesinato del diplomático y académico palestino Naim Khader, y tantos otros más.
Fathi Shikaki fue asesinado en Malta en 1995 por orden de Yitzhak Rabin. No debe olvidarse tampoco el papel de Ehud Barak, disfrazado de mujer árabe, en el asesinato en Beirut en 1975 de tres dirigentes palestinos, entre los que se incluía el poeta Kemal Nasser.
Los asesinatos selectivos perpetrados por Israel de palestinos descritos como activistas, así como de meros civiles inocentes, prosiguen hasta el momento actual. Los asesinatos israelíes no se limitan a los palestinos, también incluyeron, por ejemplo, al ministro británico Lord Moyne en 1944 en El Cairo, planeado por Yitzhak Shamir.
Un crimen horrible fue el cometido en Jerusalén el 17 de septiembre de 1948, con el asesinato del aristócrata sueco Conde Folke Bernadotte, mediador de Naciones Unidas, por orden de Yitzhak Shamir, quien después se convirtió en primer ministro de Israel. El pecado que cometió el Conde Bernadotte fue recomendar, como mediador de Naciones Unidas, que los palestinos que Israel había expulsado de sus hogares debían tener derecho a volver a sus casas. Esta recomendación constituyó la esencia de la Resolución nº 194 de Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1948, que estipula el derecho al retorno de los refugiados palestinos tan pronto como sea posible.
La utilización israelí de armas químicas figura también en su historial, como ocurrió en el frustrado intento de asesinato de Khalid Mescal en Ammán en 1997, ordenado por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Aunque pueda parecer increíble, también se considera con indulgencia el desarrollo del bioterrorismo israelí.
El primer acto de piratería aérea en la historia de la aviación civil fue llevado a cabo por Israel en 1954, cuando un avión comercial civil sirio fue obligado a aterrizar en Tel Aviv, reteniéndose a los pasajeros y a la tripulación como rehenes, a pesar de la condena internacional.
La primera vez que se derribó un avión comercial fue también autoría de Israel cuando un avión comercial libio fue atacado en febrero de 1973 por aviones de combate israelíes sobre el Sinaí por orden de la primera ministra israelí Golda Meir, matando a 107 de los pasajeros y a toda la tripulación, de nacionalidad francesa.
El terrorismo israelí no se limita a palestinos, árabes y europeos, sino que también incluyó a su más estrecho partidario y aliado, Estados Unidos. En 1954, agentes secretos israelíes bombardearon los centros diplomáticos estadounidenses en El Cairo y Alejandría (conocido como el Affair Lavon), intentando culpar a los egipcios. Seguidamente Israel condecoró al autor de los hechos, Marcello Ninio.
En junio de 1967, las fuerzas israelíes atacaron y hundieron el buque espía estadounidense USS Liberty y ametrallaron los botes salvavidas, matando a 35 soldados estadounidenses e hiriendo a 170, en un intento por ocultar sus propias comunicaciones secretas, y de nuevo culparon de los hechos a los egipcios. Hasta ahora, por increíble que parezca, el Congreso de EEUU se niega a investigar ese crimen, como han exigido los supervivientes de la tripulación. Ni que decir tiene que ni se impusieron sanciones ni se pidió la extradición de los autores.
Ni los judíos se salvan del terror sionista. En 1940, la banda terrorista Irgun Zwei Leumi de Menachem Begin bombardeó el buque Patria en el puerto de Haifa, matando a 240 refugiados judíos, culpando esta vez a los británicos en un intento de conseguir beneficios políticos.
En 1950-51, se enviaron a Iraq varios agentes israelíes con la orden de lanzar granadas de mano en la atestada sinagoga de Massauda Shem-Tov, causando numerosas muertes y culpando a los iraquíes para así animar a los judíos iraquíes que no estaban muy decididos a emigrar a Israel a que lo hicieran.
El terrorismo israelí contra los palestinos prosigue sin tregua, incluyendo asesinatos, torturas, expropiación de la tierra para crear asentamientos ilegales, demolición de miles de casas, de pueblos y ciudades enteras, por no mencionar las numerosas masacres perpetradas, como las de Deir Yassin, Qibya, Sabra y Shatila, Yenin y Gaza.
Los palestinos de Cisjordania llevan ya 34 años bajo ocupación ilegal, en desafío del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Israel describe como terrorismo sus actos de resistencia, pero el derecho internacional reconoce el derecho de todos los pueblos a resistir la ocupación extranjera.
Ocupación es violencia, y poner fin a la violencia llevará paz y seguridad a israelíes y palestinos, Israel debe cumplir el derecho internacional y retirarse completamente de todos los territorios ocupados en 1967, incluido Jerusalén Este.
Los actos de beligerancia israelíes van más allá de su desafío del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hasta la violación de sus propios acuerdos con la Autoridad Palestina.
Su reciente reocupación de siete pueblos y ciudades en las áreas autónomas palestinas es ilegal. El pretexto ahora utilizado es el reciente asesinato del ministro de turismo israelí Rehavam Zeevi por miembros del Frente Popular para la Liberación de Palestina, en represalia por el asesinato de su dirigente Mustafa Zibri dos meses antes.
El asesinato del Sr. Zibri fue uno de los cincuenta dirigentes palestinos asesinados el pasado año. La invasión de esas ciudades, incluidas Belén y Beit Yala, utilizando tanques y aviones de combate Apache, ha provocado la demolición de decenas de casas y la matanza de alrededor de cincuenta palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
La invasión de esos pueblos y ciudades prosigue su marcha desafiando la condena internacional y el llamamiento a una retirada inmediata hecho por EEUU, el aliado de Israel, su benefactor e incuestionable partidario. Pero nada importa, Israel está por encima del derecho internacional.
El difunto historiador canadiense Frank Epp, cuando era presidente de la facultad Grebel de la Universidad de Waterloo, escribió: “Es verdad que gentes identificadas como palestinos han perpetrado actos terroristas. Pero hay otro terrorismo mucho más vicioso y bestial, que es el de la desposesión y desplazamiento forzosos de los palestinos. Sin embargo, el terrorismo perpetrado por los palestinos, aunque sea condenable, es tan sólo un minuto en comparación con el cometido contra ellos. Los medios de comunicación no han registrado nunca de forma adecuada ese hecho”.
La tragedia del pueblo judío de Israel por los crímenes que se cometen en su nombre, queda subrayada en la declaración hecha por el destacado historiador británico Arnold Toynbee, quien en una conferencia pronunciada en 1961 ante una audiencia, mayoritariamente judía, dijo: “El trato que los árabes recibieron de los judíos en 1948 es tan moralmente indefendible como la carnicería perpetrada por los nazis contra seis millones de judíos… Lo más trágico que puede haber en la vida humana es cuando un pueblo que ha sufrido impone a su vez sufrimiento a losotros”.
El pueblo palestino sigue exigiendo un atisbo de justicia. Porque sin justicia no habrá paz en Oriente Medio ni para árabes ni para judíos.
LA GUERRA ES UNA DROGA.
LA BESTIA QUE SE LLAMA HOMBRE ES EL ADICTO
VALIENTE LAURA GINSBERG.
CARGO CONTRA TIMERMAN.
La mujer que irrumpió en el Senado aseguró que la presentación del Canciller en la Cámara alta “fue miserable”. FOTOS
Su nombre ya suena familiar. La irrupción de Laura Ginsberg en el Senado para cuestionar el memorándum de entendimiento entre la Argentina e Irán, saco a la luz el rechazo al acuerdo de toda la comunidad judía y de los familiares de la víctimas del atentado a la AMIA. Sin embargo, la titular de APEMIA fue más allá del texto en discusión y criticó fuertemente el paso de Héctor Timerman por el Senado.
Ginsberg, familiar de una víctima del atentado a la mutual judía, aseguró que la exposición del Canciller fue en “un ambiente de pobreza; uno esperaría que el Congreso fuera un ámbito de reflexión, Timerman imprimió -como también los senadores del oficialismo- las características de un ambiente pobre, chicanero y vulgar’. En la misma línea, resaltó que la discusión “estuvo en manos de Timerman y del Gobierno, porque la intención de ellos era apurar rapidito la ley” y lanzó: “Lo de ayer (por el miércoles) fue miserable”.
TIMERMAN CON T DE TERRORISTA.
MALVINAS: ARGENTINA PERDIÓ SU GRAN OPORTUNIDAD.
Argentina, por intermedio de su Canciller, cometió nuevamente un grave error diplomático y estratégico, si la idea consistía en lograr un acercamiento hacia los ciudadanos británicos que residen en las Islas Falkland (Malvinas). Es que el sumiso ministro de relaciones exteriores argentino, siguiendo órdenes de su presidenta, se negó a una reunión tripartita en la que participaban el Canciller inglés, representantes de los kelpers y él, desaprovechando la gran ocasión para generar un acercamiento y la posibilidad de ofrecerles beneficios de los cuales carecen y que podrían disfrutar a pocos kilómetros en territorio argentino (salud -pues actualmente hacen uso del Hospital Británico de Montevideo-, educación, abastecimiento, conectividad con el mundo, turismo, etcétera). Pero el canciller Héctor Timerman decidió que era más importante la cuestión territorial y las riquezas de las islas, antes que la relación y el bienestar de quienes allí habitan. La Argentina debe decidir cuál es el orden de discusión en el tema Malvinas, si acaso debe girar en torno de la soberanía o de la participación en las riquezas existentes en el área. Si Buenos Aires decide poner el foco sobre la soberanía, directamente perderá en las tratativas. Ello, debido a que la discusión en términos de “soberanía hoy, o nada” es la excusa perfecta para los británicos. Estos se verán tentados de elegir “nada”. Ante la imagen de Argentina en el mundo, hoy los habitantes de Malvinas no desean siquiera imaginar su futuro, si el gobierno argentino los trata -en algún futuro- como lo hace con sus provincias y con la vecina República Oriental del Uruguay. El gobierno argentino no admite que hoy carece de fuerza como para triunfar en un conflicto diplomático: necesita no menos de veinte años para generar en las partes un espíritu de sincera concordia y confiabilidad. A la Casa Rosada le compete dejar de vender expectativas a su pueblo, creando una política de Estado hacia adentro y fortalecerse en el frente externo. Al menos, si su objetivo es superar diplomáticamente al Reino Unido. A partir del 2 de abril de 1982 y hasta la fecha, la República Argentina ha recorrido -y continúa recorriendo- un sendero pleno de equivocaciones y contradicciones. Tan contradictoria es la actitud de Buenos Aires, que exige al Uruguay efectuar un bloqueo contra el archipiélago bajo control británico cuando, 25 años después de la guerra, en 2007, las legislaturas del Chubut y Santa Cruz prolongaron hasta 2047 la concesión en Cerro Dragón. Este proyecto, que incluye parte del Mar Argentino, involucra a Pan American Energy, una firma conjunta compuesta por British Petroleum en un 60% y Bridas en un 40%. Por otro lado, British Petroleum -con sede en Londres- cuenta dentro de su flota con el buque British Ruby, que participó en la carga de Gas Natural Licuado (GNL) hasta el puerto de Bahía Blanca para regasificar a bordo del Express -de bandera belga-, que lo aguardaba en el muelle de la compañía Mega, de la misma ciudad. También debe considerarse dentro de esta ecuación a los grupos accionarios relacionados a la minería en la Argentina, compañías que controlan el 76 por ciento del paquete accionario de Barrick Gold. Esta opera varios yacimientos mineros argentinos, tiene el 33% de la petrolera Rockhopper Exploration y de Borders & Southern Petroleum, el 25% de Desire Petroleum y el 37,8% de Falkland Oil and Gas (NA). Un tercer acto contradictorio, entre otros, es que los Tratados de Paz argentino-británicos relativos a la soberanía de las Islas Malvinas (instrumentado en el Acuerdo de Madrid que se signara el 15 de febrero de 1990, ocho años después de la guerra) otorga beneficios de garantía de inversión de nación más favorecida a innumerables empresas británicas que en la actualidad operan en territorio continental argentino. Mediante la Ley Nº 24.184 para la Promoción y Protección de Inversiones Británicas, promulgada el 24 de noviembre de 1992, se ratificaron los convenios suscriptos. Por su parte, la República Oriental del Uruguay, antes de tomar una decisión relativa al apoyo que debe brindar o no, debe tener presente cuál será el eje de discusión del tema Malvinas desde Buenos Aires. Si los objetivos argentinos van por el carril de “primero, la soberanía”, Montevideo debería alejarse de ese compromiso, pues la Argentina debería profundizar en el acercamiento hacia los isleños, como ya se dijo. Para Occidente, la Argentina no es hoy confiable desde el punto de vista político y diplomático. Londres y los kelpers tienen el derecho de preguntarse por las razones para negociar con un gobierno que no cumple y que cambia de parecer permanentemente. Por caso, el Uruguay padece de estos recurrentes cambios de postura verificados en la Casa Rosada. En este punto, es valorable consultar al canciller uruguayo Luis Almagro por el estado actual de los acuerdos firmados por el Señor Presidente Mujica con su par argentina, en virtud de que no está permitido divulgar los informes sobre UPM. Montevideo sufre la interposición de trabas para sus productos, la profundización del Canal de Martín García se encuentra estancado -y es previsible que jamás se concretará mientras Mujica y Cristina Kirchner sigan a cargo de sus respectivas presidencias-. Como me expresara oportunamente desde esta columna, el Uruguay siempre se ha caracterizado por firmar acuerdos “de historieta” con la Argentina, nunca “históricos”. Diplomáticamente, y de acuerdo a información que he podido intercambiar con personas idealmente vinculadas a los gobiernos británicos y de los Estados Unidos de América, la opinión generalizada es que la República Argentina no se encuentra en condiciones ni posición para presionar, y tampoco debe hacerlo. La sugerencia es que negocie a largo plazo. Ante este panorama, también será de utilidad consultar al Canciller Almagro hasta cuándo considera él que Uruguay debería seguir acompañando el bloqueo reclamado por la Argentina en perjuicio de las Islas Malvinas y sus habitantes. En igual sentido, es dable conocer hasta cuándo Montevideo deberá seguir impidiendo que navíos ingleses puedan abastecerse apropiadamente en su puerto. En definitiva, hasta cuándo seguiremos en una postura de parálisis y de no negociación con las Malvinas/Falklands. Fundamentalmente, el presidente del Uruguay deberá proceder a respetar el resultado del referéndum que se llevará a cabo el 10 y 11 de marzo en Malvinas, cuando los kelpers sean consultados respecto de si desean que las Islas conserven su estatus de territorio de ultramar del Reino Unido. Reconocimiento que es menester llevar a cabo, en virtud de que Buenos Aires ha perdido fuerza y razonabilidad en su planteo negociador con Gran Bretaña, respaldándose solo en la verborragia agresiva de Cristina Kirchner contra Londres. A Montevideo le corresponderá tomar distancia, por cuanto, cualquier posición que adopte, podría comprometer sus intereses diplomáticos en el futuro. En lo que a la Argentina respecta, el gobierno en Buenos Aires ya no se halla en posibilidades de continuar vendiendo falsas expectativas a su propio pueblo y a América Latina; será hora de que fije una política de Estado integral. Uruguay deberá asistir a este conflicto desde una postura configurada en acuerdo con el conjunto de su arco político. Nunca volviendo a tomar partido por el vecino país, solo por la tan declamada “hermandad ideológica”. Jorge Azar Gómez Ex representante de uruguay ante O
“ARGENTINA FIRMÓ SU CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN”
Timerman debe ser expulsado de la colectividad Judía
Continúan las reuniones entre los regímenes afines de Argentina e Irán, iniciadas por el canciller Héctor Timerman para restablecer relaciones formales.
Hagamos memoria: El gobierno de Irán fue el autor directo del atentado a la Mutual Israelita de la Argentina “AMIA” dejando 85 muertos. Fue el asesinato masivo de judíos en la diáspora más grande después de los crímenes perpetrados en la Segunda Guerra Mundial.
Habiéndose realizado las investigaciones del caso, la justicia argentina en 2006, libró una orden de captura contra el actual ministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi y sus cómplices, entre los que figuraba el ex Jefe de Estado Mayor de Hezbollah, Imaz Fayez Mughniyah, que murió al explotar su automóvil cuando salía de la embajada iraní en Damasco.
En relación a Damasco, no hay que olvidar que Cristina Kirchner alabó al tirano sirio Bashar al-Assad, con quien dijo estar plenamente identificada, ratificándole que apoya la recuperación de las alturas del Golán capturadas por Israel en 1967 en la guerra de defensa que libró el Estado Judío contra el invasor árabe.
También son requeridos por la justicia argentina el viceministro de Relaciones Exteriores para Asuntos Africanos de Irán, Hadi Soleimanpour; el ex presidente iraní Alí Akbar Rafsanjani, y el ex ministro iraní de Relaciones Exteriores Alí Akbar Velayati.
Los amigos de los neocomunistas argentinos son merecedores de la horca y les llegará su momento. Pero es de incautos pensar que Irán vaya a entregar a sus dignatarios para ser juzgados.
La revolución en Siria, donde Irán es socio del gobierno represor, suma alrededor de 40.000 víctimas, asunto que no le importa a nadie, pues la violencia entre los árabes es habitual. También lo era en la Argentina hace algunas décadas, y da la impresión de que la Kirchner y su gobierno están pidiendo a gritos que se repita. Los Montoneros no pueden dejar sus hábitos.
Debido a que será prácticamente ineludible que la violencia explote en la Argentina y el resto del Cono Sur, pues el consorcio de dictadores del siglo 21 quiere quedarse en el poder para siempre, Timerman, de igual forma que sus compañeros latinoamericanos, está procurando el apoyo de Irán, porque de otra manera no podrá hacer frente al ejército argentino si hay un intento de golpe de estado.
Entendamos qué ocurre detrás de esta búsqueda de un “acuerdo de olvido” con Irán.
Los musulmanes tienen una sola meta: dominar el mundo y subyugarlo bajo la Sharia. Lo intentaron dos veces en el pasado y les salió mal, pero ocuparon parte de Europa y Asia Menor por muchos siglos. Como ahora tienen dinero, existen aviones y las distancias se han acortado, han decidido penetrar en América Latina, que es terreno virgen para el Islam.
La embajada iraní más grande del mundo se encuentra en Venezuela, que también es la sede de Hezbollah Latinoamérica. En Bolivia la embajada con mayor cantidad de operarios — registrados 150– es la iraní.
Si se da un levantamiento contra los gobernantes en cualquiera de esos países, Irán los defenderá pues tiene los medios económicos y militares para ayudarlos, exactamente como está haciéndolo en Siria. Por eso Timerman necesita encontrarle la vuelta para que los argentinos y especialmente los judíos argentinos se olviden del caso AMIA.
La comunidad judía argentina es la más numerosa de América Latina y en Buenos Aires se encuentran sus entidades más relevantes. Hace poco se realizaron elecciones en las dos más importantes, la DAIA y la AMIA, que en épocas de tranquilidad han sido pedestales para que algunos figurones se posen encima a repartir sonrisas, dar algún discurso irrelevante, recibir aplausos y ser invitados a eventos sociales y diplomáticos.
Actualmente ambas instituciones se están politizando de acuerdo a las corrientes de pensamiento dominantes en la Argentina, que son prácticamente dos: peronistas y no peronistas. ¿Es bueno o es malo que se politicen? Es inevitable.
Lo que sucede en Israel nos afecta a todos los judíos del mundo. Un gobierno enemigo de Israel, es enemigo de los judíos, donde sea que se encuentren, y viceversa; el que odia a los judíos obviamente odia a Israel.
La relación es directamente proporcional. No existe eso de que “yo no soy antisemita, soy anti sionista”. Sin Israel los judíos de la diáspora estaríamos en serios problemas, pues el antisemitismo está en su punto más alto, debido a la poderosa publicidad árabe e izquierdista.
El Canciller Timerman es el principal alentador de esta nueva forma de antisemitismo en la Argentina, porque solamente los gobernantes iraníes niegan el Holocausto y se han propuesto destruir a Israel con armas atómicas para que no quede ningún judío.
¿Y qué hacen los nuevos líderes de la comunidad argentina? Absolutamente nada. Lo menos que podrían, es pedir su censura eclesiástica, lo que en el catolicismo se llama excomulgación y en hebreo Herem o Jerem, que significa su expulsión de la colectividad judía, que es lo que le corresponde.
La ineptitud política y diplomática con la que se desenvuelve la Casa Rosada y su Cancillería es de Ripley. Jamás la Argentina perdió tanto espacio político como desde que los Kirchner y su troupe tomaron el poder.
Obama visitará por primera vez Centro y Sud América y aterrizará solamente en Brasil, Chile y El Salvador. Cristina Kirchner y Héctor Timerman se sienten ofendidos ante la indiferencia hacia su país, por lo que un alto funcionario de la Cancillería argentina dijo que “Será difícil para Estados Unidos explicar por qué Obama volará por el cielo argentino para ir de Brasil a Chile y no hará escala en la Argentina. No creo que sea una buena señal”.
Ubiquémonos. Estados Unidos no tiene que rendirle cuentas de sus actos a nadie, pero por cortesía, la diplomática y elocuente declaración de Obama fue que no quiere visitar países que están en procesos electorales.
Debido a que Barack y Hillary no tienen tiempo para exponerles en detalle a los dignatarios argentinos algo que les es imposible de entender, intentaré aclarar algunos puntos.
Departamento de Estado no es por azar que se llama Departamento de Estado y no “Departamento de Relaciones Exteriores”.
Como indica su nombre, el Departamento de Estado se encarga de la “Política de Estado” de los Estados Unidos, que es uniforme, consecuente y continua, independientemente de quien esté ocupando la Casa Blanca.
Sus objetivos primordiales están diseñados netamente en función de la seguridad de los Estados Unidos y de sus ciudadanos. Eso implica: preservar la estabilidad regional; planificar y ejecutar acciones de contraterrorismo; evitar la fabricación y proliferación de armas de destrucción masiva; luchar contra el crimen internacional y el narcotráfico; y proteger a sus ciudadanos en el exterior.
No es como los Ministerios de Exteriores del Tercer Mundo cuya función es, nombrar inoperantes diplomáticos en pago por los favores económicos recibidos de estos en sus campañas electorales, quienes después se dedican a las relaciones sociales, cambiando de amistades de acuerdo a los caprichos e ideología del gobierno de turno.
Desde que los Kirchner llegaron al poder, su actitud hacia los Estados Unidos ha sido provocadora y despectiva. Cuando George W. Bush visitó el Uruguay en Marzo de 2007, la pareja gobernante celebró en Mar del Plata junto con su íntimo amigo Hugo Chávez, una gran fiesta contra “el imperio”. Si no les gustaba Bush, problema de ellos, la ofensa fue contra el “Presidente” de Estados Unidos y por consiguiente contra su país.
La Argentina neocomunista se alineó con los de su estirpe: Castro, Chávez, Morales, Ortega, Correa y encima espera que Norteamérica sea condescendiente con ella.
De todos los países del orbe, Argentina es el más antiamericano de todos. En una encuesta realizada por La Nación, corroborada por otra realizada por el PEW Research Center en 2008, se mostró que 84% de los argentinos son antiamericanos. Ese índice negativo, el más alto del mundo, es mayor al antiamericanismo existente en Irán, Afganistán, Pakistán y cualquier país musulmán.
No bastándole con que la relación con Washington venga maltrecha, Héctor Timerman, molesto porque Obama no va a visitar Buenos Aires, ha soltado las acusaciones más díscolas, estúpidas y camorristas que alguien se haya atrevido a hacer contra Estados Unidos, con excepción de Hugo Chávez.
Acusó a Washington de haber estado detrás del “golpe” contra Manuel Zelaya en Honduras en 2009.
Agregó imputaciones paranoicas sugiriendo que Estados Unidos está fomentando una carrera armamentista en Sudamérica y dijo que hay tres puntos “inamovibles” para el gobierno de Cristina Kirchner en su relación con el de Barack Obama: “No queremos comprar armas, no queremos firmar tratados de seguridad y no queremos firmar tratados de libre comercio”.
Si Timerman entendiese de asuntos de estado, sabría que Estados Unidos no vende armas, sino que son empresas privadas las que lo hacen. Obama no es emisario de ninguna fábrica de armamento. El gobierno americano simplemente da su visto bueno o desaprobación para su venta a otros países.
Dejando de lado las armas, que no pueden comprárselas a nadie porque no tienen fondos y porque no quieren fortalecer al ejército argentino, a la Casa Rosada no le interesa hacer negocios con Estados Unidos ni tampoco velar por la seguridad internacional, entonces ¿para qué demonios quieren que Obama los visite?
De Cristina está prácticamente confirmado que es maniacodepresiva, lo que nadie advirtió es que su canciller fuese esquizofrénico.
José Brechner
EN DIFINITIVA MUCHOS TENDRAN QUE IRSE A SU PAIS Y LO QUE QUEDEN ESTARAN CON LA GRAN CRISTINA
¡PLURAL K VIENE POR TODO!
ResponderEliminarLuis Grynwald responde a Sergio Szpolski, a Héctor Timerman y finalmente a Cristina.
¡PARA UNA AMIA INDEPENDIENTE ya sabés que lista NO podés votar!
¡Ya nos entregaron con Irán! Tenés otras tres listas para votar
Unas chicas judias me dijeron algo que talvez sea verdad, que con los judios, es un tema aparte, se los envidia mucho, por que muchos son muy exitosos.Muchos, al no poder o no querer hacer todo lo que ellos hicieron para llegar a donde llegaron, entonces empiezan a hablar mal, para bajarlos, por envidia.
ResponderEliminarA mi me pareció coherente.
Saludos